Te cuento sobre mí

Mi formación como terapeuta empezó en el año 1995. Me decanté por el estudio de las terapias, no por curiosidad, sino porque sufrí una lesión haciendo deporte. Tuve una caída sobre la cabeza, que me ocasionó una compresión cervical con muchos problemas como dolores de cabeza, de cuello, mareos y falta de movilidad.

Todo esto me puso en marcha y busqué quién podía solucionar mis problemas, hasta que conocí a un osteópata que venía de Madrid y que se acababa de instalar en Alicante. Tenía una clínica en la que trataba y empezaba a dar formaciones de Quiromasaje y Osteopatía.

En aquel entonces eran técnicas muy poco conocidas, pero estaba dispuesto a probar cualquier tipo de cosa con tal de encontrar mejoría. La verdad es que después de tratarme con él, encontré resultados sorprendentes y una mejoría muy significativa.

Me llamó mucho la atención y empecé a estudiar Quiromasaje. Tras su finalización seguí formándome como Osteópata durante 4 años. 

Después de muchos años trabajando como Osteópata encontré la necesidad de  terminar mi formación como terapeuta y empecé a estudiar Fisioterapia, para conocer más a fondo la anatomía del cuerpo y el sistema nervioso y poder así aplicarlos en consulta con mis pacientes.

Mi forma de trabajar es muy personal, la he desarrollado a lo largo de los años que llevo como terapeuta. No tengo un protocolo establecido para cada problema o para cada paciente, sino que intento adaptarme a las necesidades de la persona según la dolencia con la que acuden a mi consulta.

Básicamente trabajo con las manos, aunque dispongo de algunos aparatos pero los utilizo como coadyuvantes. No me gusta aplicar aparatología ya que creo que se pueden conseguir mejores resultados con técnicas manuales bien aplicadas y no dejando a las máquinas realizar el trabajo. Es mi manera de trabajar, por las que muchas personas acuden a mi.

Muchos de los pacientes que acuden a mi consulta vienen rebotados de lugares donde el trato ha sido frío y distante.

Esto es algo que intento cuidar mucho con mis pacientes, trabajando de manera profesional, pero siempre dándoles un trato cercano y humano.

Un aspecto importante que trabajo con mis pacientes para conseguir resultados óptimos es el aspecto activo, es decir, aquello que tiene que incorporar el paciente en su vida diaria para mejorar. No basta con que el paciente acuda a la consulta a tratarse, sino que tiene que ser consciente de que si ha acudido a nosotros es porque posiblemente tiene un problema y debe formar parte activa de la solución.

¿Cómo se consigue esto? Realizando una serie de trabajos por su parte, pautados por mí, donde le indico qué tipo de ejercicios que tiene que llevar a cabo.

Tenemos que ser conscientes de que nuestro cuerpo es único y lo tenemos que mantener saludable cuidándolo, y tener en cuenta que la mayoría de las veces no es suficiente con acudir al terapeuta para que actúe por nosotros, sino que gran parte es un trabajo nuestro a través de ejercicios y relajaciones pautadas.